10 DE SEPTIEMBRE:
DÍA MUNDIAL PARA
LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO
El suicidio suele ser un tema triste, incómodo y tabú, del cual se evita hablar abiertamente. Pero es necesario que lo abordemos como a una realidad acuciante de la dimensión del sentir. Hay muchos mitos e ideas erróneas acerca del suicida que existen sólo por desconocimiento, desinterés y temor.
Si esto se prolonga durante mucho tiempo y/o se profundiza por factores agravantes (condiciones ambientales que no mejoran, culpabilización, desesperanza, tendencias adictivas, relaciones conflictivas, bullying, mobbing, narcisistas y psicópatas integrados en entornos cercanos, etc) el riesgo probable es transitar un estado depresivo.
Cursando una depresión, la mente puede facilitar la ideación suicida que refiere a pensamientos en relación al deseo de morir y sentimientos de que no vale la pena vivir. Es un estado en donde hay mucho padecimiento, frente al cual las personas en general, y las que conviven con una persona depresiva en particular, no siempre llegan a comprender con acierto.
Quien piensa en morir está en el nivel más alto de sufrimiento psíquico
La persona con ideas suicidas no ve una solución, una salida posible a su problema.
Entonces la muerte aparece como alternativa al sufrimiento que padece. La persona no quiere morir sino más que nada quiere dejar de sufrir. A este punto llega su tormento mental y su tortura espiritual.
Pensémoslo por un momento y seamos realmente compasivos. Con mucha pena he tenido que escuchar decir que "los suicidas son cobardes". Esta afirmación, hecha tan livianamente, no sólo es una falta total de conocimiento y de empatía sino sobre todo una seria falta de respeto hacia una persona padeciente.
Respecto a este delicado tema, quien más quien menos, sabe de alguien que se ha quitado la vida sin haber podido encontrar esa luz y ese sosiego, entre ellos muchas personas famosas o conocidas públicamente, tal como nuestro querido Dr. René Favaloro (*). Estoy segura que estarán de acuerdo conmigo en no concebirlo nunca como un cobarde sino como una persona sufriente, profundamente triste, quien no pudo pedir y/o recibir ayuda para afrontar su dolor emocional y psíquico. Pues bien, esa es justamente la realidad de TODOS los suicidas.
En este sentido, al momento de asistir a la persona, por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires funciona, de manera gratuita, la Línea del 0800 Salud Mental Responde (0800-333-1665), atendida por psicólogos y psiquiatras, quienes realizan una evaluación integral de la situación y brindan asistencia profesional de modo telefónico, personalizado y confidencial. Funciona durante las 24 horas, los 365 días del año. Como éste servicio, existen hospitales y centros de salud mental a los que se pueden acudir en busca de ayuda en cada municipio a lo largo del país.
También es importante destacar que asistir y tratar de ayudar a alguien que está en este nivel de dolor psicológico emocional es muy delicado, que siempre es necesario formar una red de contención entre miembros responsables de la familia, los profesionales que lo asisten y la comunidad. También existen organizaciones no gubernamentales y fundaciones de asistencia, educación y prevención, a las que se puede acudir, para solicitar información, asistencia para la prevención y posvención, además de la formación.
Hay que salir del PREJUICIO, para ello es necesaria la información seria y el compromiso en la difusión. Reflexionemos en lo individual, familiar y comunitario, creando de manera consciente espacios de diálogo, debate y psicoeducación.
(*) Médico cardiocirujano argentino (1923-2000) creador del by pass coronario.
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