"NORMAS BÁSICAS DE CONVIVENCIA"
LOS LÍMITES SON PARTE DE UN INTERCAMBIO SALUDABLE
Si observamos que en nuestros ambientes, ya sean laborales, familiares o sociales, las personas adultas se desorientan o se desubican con facilidad en cuestiones de respeto básico, de forma reiterada y con consecuencias negativas en la vida diaria, es cuando se hace necesario una conversación aclaratoria acerca de esa situación, de manera asertiva, clara, directa y concisa como una forma de intervención positiva para regular aquello que creímos que ya estaba asumido como algo evidente, conocido y sabido por todos.
"Aclarando lo obvio"
¿Pero qué entendemos por obvio?
Es importante hablar sobre lo que asumimos que es sabido por todos porque, al contrario de lo que pensamos, no es algo redundante. Cuando decimos que algo es "obvio" nos referimos a lo que está claro, sin dificultad, a la vista, sobre entendido...etc. Alude a cuestiones que de tan básicas las consideramos como sabidas y que tienen que ver, generalmente con la vida diaria, en el compartir con los demás, con cuestiones de sentido común pero como se dice usualmente "suele ser el menos común de los sentidos"... por eso necesitamos dialogar y despejar toda suposición.
Asertividad siempre
Sé que no es corriente, que a veces nos cuesta muchísimo hablar para aclarar lo que nos parece evidente, pero que no está demás, por lo que razonamientos tales como : "pero esto tendría que saberlo", "se cae de maduro", "ya es una persona adulta", etc ... sólo servirán de desahogo estéril.
Hablaremos porque existe una salvedad a tener presente : todos somos personas distintas y podemos haber tenido un desarrollo diferente. Además de tener en cuenta, la educación recibida, la personalidad junto a la existencia de prejuicios y una perspectiva subjetiva sobre las cosas.
Por lo que es necesario que nos propongamos primero comprender con empatía sin dejar de expresar claramente cuáles son las reglas comunes en la convivencia, las formas de desenvolvernos en conjunto, para evitar roces innecesarios, situaciones incómodas y malos entendidos.
Ahora bien, si luego de haber explicado con claridad lo obvio, aparecen comportamientos que infringen esas normas comunes en forma sistemática, negligente y desconsiderada, entonces es el momento para simplemente ejecutar el límite que será el que se determine como el más adecuado y conveniente a la situación.
Los límites, en definitiva, son una herramienta útil y necesaria, son el ejemplo de civilidad y coherencia, de sensatez y sentido común. Son guías que orientan y organizan, y sobre todo garantizan justicia y respeto en la vida diaria en cualquier entorno.
Por favor, hagamos uso de ellos para garantizar la paz y, sobre todo, la cordura.

