UN SÍMBOLO DE RENACIMIENTO
Celebremos la vida en toda su dimensión
Semana Santa no sólo nos ofrece una posibilidad excelente para vacacionar, disfrutar y descansar... En este tiempo libre podemos descubrir también la posibilidad de realizar un viaje, un recorrido más profundo, más largo y quizás, más costoso : ¡Hacia adentro! Hacia donde se halla la salida de la neurosis, del miedo irracional, de la duda y del control, de la insatisfacción diaria.
Un espacio para tomar contacto con nuestra esencia verdadera y con ello despertar nuestra consciencia espiritual para abrirnos a una verdad que nos ilumina por completo.
Más allá de las dificultades de tu tránsito por la vida hasta hoy, lo cierto es que ¡nadie está exento del dolor... Tal es la experiencia humana, en este traje de "hueso y sangre" donde todo es aprendizaje, ojalá puedas descubrir que esas vivencias ingratas y dolorosas, también pueden convertirse en abono a través del Gran Alquimista: la fuerza de tu corazón, de esa capacidad resiliente que todos tenemos y que obra en lo profundo para que seamos capaces de gestar nuestro propio renacimiento.
Por eso, este tiempo de Muerte y Resurrección nos lo recuerda en Cristo, por lo que deseo con todo el corazón que seamos capaces de elegir la luz, elegir sanar, madurar y seguir adelante, siendo auténticamente quienes somos, con todo: aciertos y desaciertos, pérdidas y ganancias, ilusiones y desilusiones porque todo es parte de tu valiosa e incomparable Vida.

