PREJUICIO: 
"JUZGANDO EL LIBRO POR SU PORTADA"
Cuando las apariencias importan más que la esencia

Este antiguo refrán inglés refiere a una conducta intrínsecamente humana: formular un juicio a partir de una impresión, de una creencia, de un prejuicio.

Teniendo en cuenta que la tarea primordial de la mente es, en definitiva, clasificar la información para luego disponer de ella (mecanismo cognitivo por excelencia, natural y propio de nuestro funcionamiento mental) tiene sentido, pero el error estará en hacerlo livianamente o, lo que es peor, a partir de la opinión ajena.

Justamente porque, en mayor o menor medida, somos seres influenciables, es nuestra responsabilidad tener presente esta posibilidad a la hora de juzgar algo nuevo, porque también se nos invita a la reflexión, al análisis y al desarrollo de nuestros preconceptos, tal como propone el Dr. Gordon Allport (1) en su libro "La Naturaleza del Prejuicio" (2)

Si observamos y analizamos la conducta humana en distintas épocas, notaremos que en estas cuestiones el ser humano no cambió demasiado. Hay evidentes avances a nivel tecnológico y científico, pero en lo que respecta al funcionamiento intrapersonal e interpersonal, aún existen comportamientos muy limitantes, asociados a pensamientos y emociones negativas que distorsionan esos intercambios.

Los prejuicios, son finalmente juicios en primera instancia, que pueden estar teñidos de influencias externas ligadas a estereotipos, a falsas creencias, a rígidas estructuras de pensamiento que limitarán la experiencia real de conocer, de tener una visión más cercana y verdadera. 



Desde mi punto de vista considero que algunas veces cuando se exacerba la importancia de las apariencias por lo general es para impresionar, para cumplir con expectativas ajenas, mandatos sociales o familiares, en un intento de sostener una imagen que responde a presiones o exigencias que finalmente impiden vivir una vida con más libertad interior. 

Por otro lado, creo que esto mismo es lo que podría estar dificultando un análisis más objetivo y empático a la hora de evaluar a otras personas. Suele suceder que el juicio y la crítica en muchos entornos sociales, laborales y familiares es tenaz y despiadado, con un nivel de cinismo muy alto, lo que provoca gran inseguridad a la hora de interactuar en entornos diferentes, con personas distintas, o de atreverse a seguir los propios anhelos, deseos y necesidades.

Es necesario el cambio psíquico y la transformación profunda, que otorgará madurez emocional, para evitar el abuso y la manipulación, a través de límites asertivos, una comunicación clara y eficaz para que volvamos a recuperar nuestro poder personal desde el sentido común y la libertad real ejercida desde la consciencia.

La psicoterapia en ese sentido es un espacio que posibilita el autoconocimiento como base de la salud bien entendida, para establecer relaciones interpersonales sanas y fecundas.

Entender la psicología desde esta perspectiva es esperanzador.



Lic. Silvina L. Rodríguez
Atención Psicológica
Escucha Activa en Línea
54 9 11 2455 0296

************************************

(1) (1897-1967) Psicólogo estadounidense, doctorado en Harvard, humanista y fundador de la Teoría de la Personalidad

(2) Editado en 1954. Se trata de un ensayo psicológico social, plenamente vigente, que el mismo autor consideró como un "tratado de las ciencias de las relaciones humanas".




(COPYRIGHT) Este aviso declara la propiedad intelectual de todo el contenido publicado en esta página web/blog, por lo tanto queda prohibida su copia, sin la debida autorización 






Entradas más populares de este blog