NADIE ESCAPA A LA PEDAGOGÍA DE LA VIDA
Comprendamos primero que la mente necesita de conceptos para pensar y realizar sus juicios y valoraciones, por lo que siempre se fijará en precedentes, es decir, en lo que aconteció en el pasado y fijó la memoria a través de la experiencia. Esto es ineludible y universal.
Por eso, si atravesaste situaciones difíciles que dejaron una impronta emocional aún sin resolver (trauma) la mente inconscientemente se las ingeniará para evitar el dolor y tenderá naturalmente a negativizarse y/o evadirse, pues a la par buscará en los archivos de la experiencia situaciones similares para referenciar lo que acontece y, como la supervivencia es una función ancestral prioritaria, evaluará riesgos para protegerse, por lo que se volverá cautelosa y sopesará los daños sufridos en similares experiencias pasadas.
Justamente por este motivo es que a veces es tan complicado renovar la confianza, arriesgarse otra vez, tomar nuevas decisiones, comenzar algo nuevo, emprender un camino distinto a lo conocido. Tengamos presente que si en el pasado algo no funcionó, no necesariamente quiere decir que hoy tampoco funcionará.
La mente también puede ayudarnos a proyectar, a planificar para mejorar la experiencia pero para eso tendremos que revisar nuestros recursos y posibilidades, tener en cuenta lo vivido anteriormente pero sólo a manera de referencia, sin estancarnos, por lo que hará falta cambiar los paradigmas internos y arriesgar, es decir, correr con los riesgos de nuestras decisiones.
Carl Rogers (1902-1987) reconocido psicólogo estadounidense, quien hiciera grandes aportes a la Psicología Humanista, poniendo énfasis en el desarrollo personal, señalaba que nuestra experiencia es, en definitiva, nuestra máxima autoridad por lo tanto es importante valorar todo lo que hemos pasado, tanto lo positivo como lo negativo, pues se trata de nuestras genuinas vivencias y nadie mejor que nosotros mismos para dar testimonio de ellas y validarnos en todo lugar, en todo momento y frente a quien sea.
De esta manera podrás avanzar, dando un paso meditado y sobre todo, confiando en tu poder personal, sabiendo que si las cosas no salen como esperabas, podrás darte una nueva oportunidad de intentarlo de una manera mejorada en el futuro, con más fuerza, porque ya sabes que la experiencia es tu máxima autoridad, la que respaldará cada paso en tu camino.
Lic. Silvina L. Rodríguez
Psicóloga
Escucha Activa en Línea
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