SER ESCUCHADO EN UN ESPACIO SEGURO
Cuando nos encontramos frente a la urgente necesidad de expresar nuestros pensamientos y sentimientos más íntimos generados por la incertidumbre, la angustia o el miedo, no siempre contamos con espacios seguros para hacerlo.
Entendiendo al espacio seguro como a ese lugar y a esa persona con la que podemos expresarnos con absoluta libertad, siendo nosotros mismos sin temor a ser juzgados, donde siempre seremos ESCUCHADOS con respeto y empatía, donde será adecuado mostrar nuestra vulnerabilidad porque contamos con la tranquilidad de saber que no quedaremos expuestos a ser heridos de nuevo.
Tal es la condición fundamental del espacio para que sea realmente terapéutico, un lugar eficaz para la introspección reflexiva y por ende, el autoconocimiento orientado a la superación personal.
El terapeuta tiene la obligación deontológica de respetar la confidencialidad, es decir, de proteger la información de carácter privado e íntimo que le confía su paciente, por lo que se comprometerá a no divulgarla sin su consentimiento, bajo ningún concepto.
Así está establecido en el código de ética:
La Ley 10.306 de Ejercicio Profesional de la Psicología de la Provincia de Buenos Aires establece en el Artículo 6° inciso c que los profesionales de la Psicología deberán Guardar Secreto Profesional.
El Artículo 12 del Código de Ética del Colegio de Psicólogos de la Pcia de Buenos Aires refiere
“El secreto profesional es la obligación y derecho permanente de silencio que contrae el psicólogo en el transcurso del ejercicio de su profesión, cualquiera sea la relación profesional, ámbito de actividad y tipo de prestación, respecto de todo lo sabido, intuido, percibido o presentido con relación a las personas que lo consulten o las que tratan como pacientes, procurando ser tan discreto que ni directa o indirectamente nada pueda ser descubierto, preservando así la intimidad de los mismos”.
De esta manera el camino que recorre la psicoterapia siempre te conducirá, desde la empatía y el respeto, a que aprendas a escucharte atentamente, a regular tus emociones de manera asertiva, a que expreses con libertad tus deseos y necesidades, a que pongas límites sanos en tus relaciones, a que logres comprenderte cada día más y mejor, para que regreses a vos mismo de manera incondicional.
Lic. Silvina L. Rodríguez
Psicóloga
Escucha Activa en Línea
11 2455 0296
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